Sony despide a desarrolladora de Ghost of Yōtei tras comentario polémico sobre Charlie Kirk
El pasado 10 de septiembre, Charlie Kirk, un activista conservador estadounidense, fue asesinado durante un evento en la Universidad del Valle de Utah. Este suceso generó amplia repercusión mediática, política y en redes sociales. En este contexto, Drew Harrison, quien trabajaba como desarrolladora en Sucker Punch Productions (creadora de Ghost of Yōtei), publicó una broma sobre la muerte de Kirk que desencadenó fuertes reacciones online. En menos de 24 horas, Sony confirmó que Harrison ya no era parte del equipo.
¿Qué dijo exactamente y qué provocó?
El comentario en cuestión fue:
“Espero que el tirador se llame Mario para que Luigi sepa que su colega lo respalda”.
Este mensaje fue interpretado como una referencia cargada de humor negro relacionada con videojuegos, pero vinculado directamente al caso de Kirk. Rápidamente, usuarios lo tomaron como ofensivo, lo compartieron, y promovieron una campaña de presión en redes sociales exigiendo responsabilidades.
Harrison, por su parte, señaló que luego del comentario recibió llamadas y mensajes anónimos exigiendo su despido.
¿Cómo reaccionó Sony y qué pasó con la desarrolladora?
Sony, por medio de una declaración, reconoció que Drew Harrison ya no formaba parte de Sucker Punch Productions al momento de la confirmación, aunque no ofreció detalles específicos sobre el proceso interno que llevó al despido.
Harrison responsabilizó a una campaña organizada en su contra, con presiones de seguidores de Kirk y figuras de la derecha política, quienes amplificaron el post y lo compartieron ampliamente en plataformas como redes sociales.
Ella también defendió su postura, diciendo que si su oposición a lo que consideraba ideologías conservadoras le costaba su empleo, lo haría nuevamente, más convencida.
Implicaciones para Ghost of Yōtei y la discusión pública
Ghost of Yōtei es uno de los proyectos más esperados de Sony para PS5, y el incidente añade una capa extra de tensión mediática alrededor de su desarrollo. Las críticas no solo fueron hacia la desarrolladora, sino también hacia el estudio.
El evento evidencia cómo mensajes personales de empleados, especialmente en empresas con visibilidad pública, pueden desencadenar consecuencias laborales inmediatas. Se muestra también la capacidad de redes sociales para amplificar una situación hasta convertirla en un tema de anuncio público.
Se abre el debate sobre libertad de expresión vs responsabilidad profesional: que si bien las personas tienen derecho a opinar, hacerlo en un contexto público y siendo empleado de una empresa de renombre puede tener repercusiones laborales, especialmente si lo interpretan como ofensivo o inapropiado.
Reflexión sobre transparencia y consecuencias
Este caso subraya la necesidad de mayor claridad en las políticas internas de estudios de videojuegos respecto al uso de redes sociales por parte de su personal, lo que está permitido, lo que no y cuáles son las posibles consecuencias. También plantea preguntas sobre apoyos, defensa de empleados ante ataques públicos, y cómo las empresas deciden cuándo una broma cruza una línea que consideran inaceptable.

