Bungie zanja su enfrentamiento legal por Destiny 2: llega a un acuerdo tras acusaciones de plagio

En un giro trascendental, Bungie ha cerrado una disputa legal de largo aliento tras alcanzar un acuerdo con un escritor que lo acusó de plagio en la narrativa de Destiny 2. La demanda, centrada en elementos de la campaña original “Red War” —ahora retirada del juego— puso a prueba la integridad creativa del estudio y abrió un debate público sobre los riesgos de adaptar contenido vivo en un universo que cambia constantemente.

¿Qué motivó la demanda?

El litigio se inició a raíz de las denuncias de un autor que afirmó que Bungie había reproducido pasajes de su propia obra escrita años antes para construir personajes, facciones y puntos centrales de la historia de Destiny 2. En particular, señaló similitudes entre su facción ficticia llamada “Legión Roja” y la “Red Legion” presente en el videojuego, así como entre ciertos personajes clave y armas potentes del juego.

El demandante pidió una compensación económica por daños y perjuicios, además de una medida cautelar para restringir el uso de esos elementos narrativos en el juego.

El conflicto legal se complica por el “vaulting” del contenido

Una de las tensiones más importantes del caso radica en que Bungie no pudo presentar ciertas partes del material original de Destiny 2 ante la corte, debido a que la campaña “Red War” y otras secciones ya no están disponibles dentro del juego. Este proceso de eliminación, conocido como “vaulting”, dificultó su defensa. Para compensar, Bungie recurrió a videos de fanáticos en YouTube y a wikis comunitarias como parte de su argumentación legal.

No obstante, el tribunal consideró que esos materiales no eran suficientes para desechar las acusaciones de plagio.

Acuerdo final y consecuencias

Tras meses de negociaciones y una presión creciente tanto mediática como legal, ambas partes llegaron a un acuerdo fuera de los tribunales. Los detalles económicos del convenio no han sido revelados públicamente, por lo que permanecen bajo reserva.

Este desenlace podría tener varias implicaciones:

  • Bungie pone fin a una disputa que amenaza con afectar su reputación creativa.

  • El autor obtiene una compensación y un reconocimiento por sus reclamos.

  • Se abre una reflexión en la industria de los videojuegos sobre cómo manejar derechos de autor cuando el contenido narrativa cambia o es eliminado del juego.

Un contexto delicado para Bungie

Esta no es la primera vez que Bungie se ve envuelta en controversias legales o éticas relacionadas con el uso de contenido ajeno:

  • En el pasado, Bungie ha sido demandado por proveedores de “cheats” para Destiny 2, ganando varios casos por violaciones a derechos de autor y DMCA.

  • También admitió uso indebido de arte de fanáticos para productos externos, comprometiéndose a compensar y acreditar a los autores.

Estos casos contribuyen a un paisaje en el que se cuestiona cada vez más cómo las compañías reconocen y remuneran las ideas originales, y cómo los creadores individuales —ya sean escritores, artistas o fans— pueden proteger su trabajo creativo frente a grandes estudios.

El acuerdo entre Bungie y el escritor detrás de las acusaciones de plagio marca el fin de un capítulo complejo para Destiny 2. Aunque se han cerrado las puertas de este litigio, las dudas sobre la gestión del contenido narrativo y el respeto a la autoría permanecen. Para la comunidad gamer y los observadores de la industria, este caso deja una lección clara: el crecimiento de los juegos como servicio no exime a los creadores de rendir cuentas sobre el origen de sus historias.

En Nivel Legendario seguiremos atentos a las implicaciones legales y artísticas que deje esta disputa, especialmente cómo afectan la relación entre grandes estudios y creadores individuales.

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