Nintendo triunfa en su demanda contra el streamer que transmitía juegos pirata

La empresa japonesa Nintendo ha reforzado su reputación como defensora implacable de sus derechos de propiedad intelectual: recientemente obtuvo una sentencia contra Jesse Keighin, conocido en línea como Every Game Guru, por retransmisiones de versiones pirateadas de sus juegos en Nintendo Switch. El caso sirve como nuevo ejemplo de cómo la piratería y la conducta provocativa en línea pueden acarrear sanciones reales.

🔍 ¿Qué hizo el streamer?

Según los informes:

  • Jesse Keighin retransmitía en directo versiones piratas de juegos de Nintendo Switch antes de su estreno, lo que supone la difusión de material con copyright sin autorización.

  • Durante sus transmisiones se jactaba de su capacidad para hacerlo sin consecuencias, llegando a enviar cartas provocativas a Nintendo y afirmar que controlaba “mil canales secundarios” para seguir transmitiendo.

  • Ignoró las notificaciones legales y no compareció ante el tribunal, lo que llevó a que se dictara una sentencia en rebeldía por parte del tribunal federal de Colorado.

📋 La sentencia y sus detalles

El tribunal determinó que:

  • Keighin deberá pagar 17 500 dólares como compensación por daños, correspondientes a 10 000 dólares por la infracción del título Mario & Luigi: Brothership y 7 500 dólares por violaciones del sistema de protección de Nintendo.

  • Algunas peticiones adicionales de Nintendo –como la destrucción de los dispositivos de elusión usados para la piratería– fueron rechazadas por el juez por considerarlas poco claras o desproporcionadas.

🧭 ¿Por qué es relevante este caso?

  • Marca una reafirmación del compromiso de Nintendo por perseguir la piratería digital, especialmente cuando se involucren transmisiones públicas que usan material no autorizado.

  • Envía un mensaje a la comunidad de streaming: no basta con distribuir contenido pirata, hacerlo de forma pública y provocativa aumenta la exposición y el riesgo legal.

  • Desde el punto de vista del consumidor, el fallo podría influir en la forma en que plataformas de streaming manejan contenido de videojuegos y cooperación con los titulares de derechos.

La victoria de Nintendo frente a Jesse Keighin es un recordatorio de que la piratería de videojuegos, especialmente cuando se monetiza o se difunde públicamente, puede llevar a sanciones reales. Aunque 17 500 dólares puede parecer una cifra moderada, el hecho de que se haya producido una sentencia firme refuerza la postura de la empresa y sirve como disuasión para quienes consideren conductas similares. Para el ecosistema de los videojuegos y el streaming, este caso añade claridad sobre los límites de la retransmisión de contenidos con copyright.

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