Jugado en Nintendo Switch
Probado en Nintendo Switch, Super Mario Party Jamboree llega como un fiestón que promete y entrega toneladas de contenido, modos diversos y diversión multijugador para todos los públicos. Si bien no reinventa la fórmula, la expande de forma sólida y celebratoria.
Música: alegre y totalmente funcional (8/10)
La música mantiene ese estilo festivo característico de la saga: melodías pegadizas, temas que acompañan el tono juguetón y una ambientación sonora que encaja con cada tablero y minijuego. No hay temas realmente inolvidables, pero cumple muy bien su función de reforzar la fiesta sin robar atención.
Historia (o contexto): simple hilo conductor efectivo (8/10)
Como en casi todos los Mario Party, la historia se limita a una estructura liviana: recorrer tableros, ayudando en misiones del modo "Paseo Servicial", o pelear contra Bowser en eventos especiales. Esa sencillez resulta ideal en este contexto: es accesible, mantiene el ritmo y no se interpone en la experiencia, aunque no aporte profundidad narrativa.
Rendimiento: pulido y sin sobresaltos (8/10)
Con más de 110 minijuegos y siete tableros cargados de detalles, el juego corre con firmeza en la Switch. No se han reportado problemas técnicos serios; la experiencia es fluida, incluso en modos online o con multijugador local. Algunas funciones —como los minijuegos de movimiento— no están disponibles en Switch Lite o en línea, pero fuera de eso, el rendimiento se mantiene sólido en todo momento.
Jugabilidad: variedad abrumadora y diversión pareja (9/10)
Aquí es donde brilla el título. Los modos son incontables: desde el clásico tablero (“Mario Party”) hasta “Paseo Servicial”, el dinámico “Bowseratlón” para 20 jugadores, y modos especializados como “Cocina Rítmica” o “Brigada Anti-Bowser”.
Los minijuegos —más de 110 según datos oficiales— incluyen ritmo, precisión, memoria, pero también control de movimiento físico —aunque limitado para algunos modos o consolas. La gran cantidad de personajes jugables (22) y los modos online potenciados por matchmaking y salas privadas completan una experiencia muy accesible, social y variada
Conclusión
Super Mario Party Jamboree es una fiesta digital que sabe cómo sacudir cada rincón de lo que hace grande a Mario Party. Con una cantidad impresionante de minijuegos, tableros bien diseñados y modos novedosos para renovar la jugabilidad, alcanza un equilibrio difícil: sentirse familiar y, al mismo tiempo, emocionante.
Eso sí, su estructura no sorprende y algunos modos de control podrían pulirse o ampliarse —por ejemplo, compatibilidad más completa de control de movimiento. Aun así, brilla como una edición integral, accesible y llena de posibilidades para jugar solo, con amigos o en línea. Buen rendimiento, ritmo alegre, diversión asegurada.

