Jugado en Playstation 5
Sumergirse en Stellar Blade es embarcarse en una odisea frenética, visceral y estéticamente impresionante. Shift Up ha firmado una joya del género, donde cada dueto entre combate, música y visuales parece minuciosamente coreografiado para maximizar el impacto. Aquí te cuento por qué brilla tanto… y por qué no es perfecto.
Música: orquestal, electrónica y profundamente inmersiva — 9.5/10
La banda sonora, producida por el estudio MONACA, fusiona orquestaciones épicas con sintetizadores, coros y tintes rock–electrónicos —una mezcla que recuerda al estilo de NieR: Automata—, logrando momentos realmente memorables. Esto lo posiciona como candidato a uno de los mejores soundtracks del año.
“One of the best soundtracks of any game… a real concept album.”
Reddit+1
Historia: épica postapocalíptica con matices — 8.5/10
Controlas a Eve, una guerrera del escuadrón 7th Airborne que regresa a una Tierra desolada invadida por los monstruosos Naytibas. La narrativa, aunque efectiva e inmersiva, no alcanza la altura de su apartado técnico; algunos personajes resultan planos y el guion tarda en consolidarse por completo.
Rendimiento: lo mejor del juego — 10/10
Técnicamente, este título es un triunfo absoluto. En PS5, brilla con tres modos gráficos que equilibran espectacularidad y fluidez. La versión de PC, gracias a Shift Up, supera incluso a la PS5 Pro si tienes hardware potente, con soporte para monitores ultrapanorámicos, DLSS/FSR y opciones avanzadas de rendimiento.
Jugabilidad: fluida, profunda y estratégica — 9.5/10
El sistema de combate combina frenéticos combos con mecánicas defensivas cuidadosamente balanceadas: parry, dash, habilidades Beta, ráfagas explosivas y ataques a distancia. Sientes toda la evolución de Eve mientras dominas estos sistemas.
Exploración, plataformas y jefes desafiantes completan una experiencia que mezcla lo mejor de Sekiro con aire de NieR.
Conclusión
Stellar Blade es una explosión de estética, combate y atmósfera hecha videojuego. Su rendimiento y combate lo convierten en una experiencia irresistible; su música y diseño visual lo elevan. Solo su narrativa algo discreta y secundarias repetitivas enturbian levemente una entrega que podría haber sido redonda.
Una obra ambiciosa y ejecutada con maestría, una promesa cumplida para el gaming de acción.

