Jugado en Playstation 5
Han pasado muchos años desde que Metal Gear Solid 3: Snake Eater se consolidó como uno de los títulos más influyentes de la industria. Hoy, Konami nos trae de vuelta aquella obra maestra en forma de remake con Unreal Engine 5, bajo el nombre de Metal Gear Solid Δ: Snake Eater. Lo probamos en una PlayStation 5 y aquí compartimos nuestra experiencia detallada.
Una de las mejores experiencias en forma de remake
No todos los remakes logran un equilibrio entre respeto al material original e innovación técnica, pero MGS Delta es sin duda uno de los que mejor lo consigue. Desde el primer instante, el juego transmite una sensación de nostalgia que se combina con mejoras gráficas impresionantes, logrando que los fans veteranos y los nuevos jugadores puedan disfrutarlo por igual. Personalmente, puedo decir que se trata de uno de los remakes que más me ha gustado en años.
La música: una obra maestra atemporal (10/10)
Uno de los pilares más importantes de Metal Gear siempre ha sido su banda sonora, y en este remake Konami tomó la decisión acertada de mantener la música intacta. Esto no solo es un homenaje a la obra original, sino que reafirma su lugar como una de las mejores composiciones en la historia de los videojuegos. Cada tema encaja de forma magistral con la narrativa, potenciando las emociones en las escenas clave y generando una inmersión única. Por ello, la música merece un 10 de calificación, porque sigue siendo una auténtica obra maestra.
La historia: esencia intacta, legado eterno (10/10)
La narrativa de Snake Eater es considerada una de las más profundas e impactantes dentro de la saga, y en MGS Delta esto no cambia. La historia conserva la misma esencia que hizo grande al título original: una trama cargada de intriga política, dilemas morales y el retrato humano de un protagonista que enfrenta el peso del deber y la traición. La fidelidad a la narrativa original es uno de los grandes aciertos de este remake. Sin exagerar, sigue siendo uno de los mejores Metal Gear Solid que jamás han existido, por lo que también se gana un 10 de calificación en este apartado.
Rendimiento: el talón de Aquiles (7/10)
No todo es perfecto, y donde MGS Delta tropieza es en su rendimiento técnico. Si bien el salto a Unreal Engine 5 permitió que los escenarios luzcan más realistas, con una riqueza visual impresionante en texturas, iluminación y detalles ambientales, este mismo cambio le pasó factura al rendimiento. En algunas áreas se perciben caídas de FPS, especialmente en secuencias más exigentes. Aunque no arruina la experiencia, sí puede resultar molesto para quienes esperan un desempeño fluido y constante en PlayStation 5. Por esta razón, el rendimiento recibe un 7 de calificación.
Jugabilidad: fidelidad con matices (9/10)
La jugabilidad en este remake tiene un enfoque muy particular. En ocasiones da la impresión de que Konami se apoyó demasiado en el material original, sin arriesgar demasiado en innovaciones. Esto puede dividir opiniones: algunos jugadores podrían sentir que se trata de una oportunidad desaprovechada para modernizar aún más la experiencia, pero personalmente agradezco que se haya mantenido la base. Un remake debería ser fiel, y MGS Delta logra exactamente eso: modernizar sin alterar lo que hizo grande al juego. Por eso, la jugabilidad merece un sólido 9 de calificación.
Conclusión: un remake altamente recomendable
En líneas generales, Metal Gear Solid Delta: Snake Eater es una carta de amor a los fans de la saga y un excelente punto de entrada para los nuevos jugadores. Con una música atemporal, una historia que sigue siendo una obra maestra, y un apartado gráfico renovado gracias a Unreal Engine 5, el remake cumple con creces. Su único punto débil está en el rendimiento, pero aun con esas caídas de FPS, la experiencia sigue siendo altamente disfrutable.

