Activistas llaman a boicotear la Nintendo Switch 2 por “precios excesivos” y critican a la industria
Un colectivo de defensa de los consumidores llamado Gaming Consumer Rights (GCR) ha iniciado una campaña para presionar a Nintendo, acusándola de adoptar prácticas “avariciosas” en su política de precios para la nueva consola Switch 2, sus juegos y accesorios. Según el grupo, los costos elevados representan una barrera para los jugadores y una muestra de que la industria prioriza las ganancias por encima de la accesibilidad.
Su propuesta: que la comunidad “vote con la cartera” mediante un boicot al Switch 2, incluso sugiriendo no comprar los productos de lanzamiento, fomentar el mercado de segunda mano, y llevar la discusión a instancias legislativas para proteger los derechos de los consumidores.
¿Quién es Gaming Consumer Rights y qué reclaman?
GCR es una organización centrada en la protección del consumidor dentro del mundo de los videojuegos. Su enfoque es cuestionar acciones que consideren injustas: precios excesivos, hardware bloqueado, obsolescencia programada, y falta de transparencia en licencias digitales.
Entre los puntos específicos que GCR señala contra Nintendo:
La supuesta opacidad en el precio del hardware Switch 2 antes de su anuncio público.
La utilización de game-key cards (tarjetas llave) que obligan descargas fuera del producto físico, algo que consideran una práctica desfavorable al consumidor.
Incrementos constantes en precios de accesorios, juegos y la eliminación de programas de recompensas tradicionales.
Que Nintendo ha generado una “escasez artificial” en productos para mantener precios altos y controlar reventa.
GCR enfatiza que cada consumidor merece un trato justo, independientemente de su ubicación, poder adquisitivo o plataforma.
Cómo proponen concretar el boicot y sus posibles efectos
Medidas sugeridas por GCR
No comprar Switch 2 ni productos relacionados durante su etapa de lanzamiento o mientras las quejas no sean respondidas.
Fomentar la compra en el mercado de segunda mano, como una forma de reducir dependencia del precio inicial elevado.
Manifestarse públicamente: usar redes sociales, foros, hashtags y presión mediática para visibilizar el malestar.
Involucrar a legisladores, defendiendo leyes que garanticen derechos de reparación, transparencia en licencias digitales y regulación del mercado de videojuegos.
Posibles efectos de la campaña
Podría llevar a reconsideraciones de precio o ediciones promocionales por parte de Nintendo, especialmente en regiones con menor poder adquisitivo.
Si el boicot capta suficiente atención, forzaría debates públicos sobre prácticas del mercado de videojuegos y exigencias regulatorias.
Sin embargo, Nintendo cuenta con una base de consumidores leales y una estrategia global fuerte, lo que podría minimizar el impacto económico del boicot.
También existe el riesgo de efectos simbólicos más que reales: presiones simbólicas que no cambian la política, pero sí generan ruido mediático.

