Logotipo del videojuego 'Dragon Age: The Vailguard' en letras estilizadas en tonos morados y púrpuras.

Jugado en Playstation 5

Dragon Age: The Veilguard llega tras una década de espera, trayendo consigo reflejos de la tradición BioWare: narrativa enfocada en el grupo, romances, personalización, y vastos paisajes de Thedas. Pero la ambición choca con falta de pulido en varios frentes, resultando en una experiencia interesante pero imperfecta.

Música: orquestal potente, pero divisiva — 6/10

Compuesta por Hans Zimmer y Lorne Balfe, el sonido es sin duda grandilocuente y cinematográfico, apuntando a versiones épicas del universo Dragon Age. Su main theme resuena con fuerza, y el diseño sonoro (espadas, hechizos, ambiente) es envolvente. Sin embargo, la recepción entre jugadores fue polarizada: muchos lo consideran olvidable o poco coherente con el tono del mundo, mientras que otros lo defienden como épico y memorable.

Historia: rica en historia pero conservadora en dirección — 4/10

La trama se ubica en 1937 y se centra en detener los planes oscuros de Solas y los antiguos dioses, con la ayuda de un grupo compuesto por personajes profundos y bien desarrollados. Sin embargo, la narrativa se siente simplificada, con problemas de coherencia, ritmo narrativo edulcorado y falta de sutileza en diálogos y decisiones.

Rendimiento: sólido y visualmente atractivo — 8/10

Este es uno de los aspectos más fuertes del juego. Visualmente destaca por biomas detallados, efectos de partículas, clima dinámico y diseño artístico estilizado. Además, el rendimiento técnico es estable y sin grandes fallos, ofreciendo opciones gráficas equilibradas para priorizar calidad o fluidez.

Jugabilidad: combates y exploración entretenidos, pero repetitivos — 5/10

Dragon Age: The Veilguard introduce combate en tiempo real con pausa táctica, roles variados (guerrero, pícaro, mago), ruedas de comando para orden a aliados y habilidades estratégicas. No obstante, muchos encontraran su estilo menos táctico, con enemigos “tankys” y enfrentamientos repetitivos. La exploración mezcla zonas centradas y misiones secundarias opcionales, pero carece del encanto detallado del pasado

Conclusión

Dragon Age: The Veilguard se presenta como un RPG competente con corazón clásico: visualmente deslumbrante, con personajes profundos y un sistema de combate renovado. Pero no logra completar su viaje heroico. La narrativa resulta demasiado convencional, la música divide a la audiencia, la exploración es funcional aunque algo genérica y el combate pierde fuerza por repetitivo. En conjunto, es una experiencia decente —especialmente si eres fan—, pero lejos de alcanzar el nivel legendario de entregas anteriores.

Calificación Final: 5