Jugado en Nintendo Switch
Tras jugarlo durante varias sesiones con mi hijo, estoy convencido de que esta remasterización conserva intacta la magia original mientras la presenta con nueva apariencia y algunas facilidades modernas. El plataformeo clásico se mantiene vivo, pero este remake no se arriesga demasiado—aporta brillantez visual con moderación en cuanto a novedades.
Música: homenaje acertado, pero sin innovar (8/10)
La música, compuesta por Kenji Yamamoto (junto a Minako Hamano, Masaru Tajima, y otros), reinterpreta con fidelidad los icónicos temas de la saga originales de David Wise, añadiendo nuevos toques para adaptarse al estilo vibrante de este título. Es una banda sonora que refuerza la nostalgia sin sobrepasar su límite, buen acompañamiento para el ritmo frenético del plataformeo sin buscar profundización emocional.
Historia: simple, funcional y refrescante (8/10)
La trama es deliberadamente ligera: DK y Diddy deben recuperar su montaña de plátanos robada por la hipnótica tribu Tiki Tak que controla a los animales de la isla. Es directa, sin diálogos complicados, pensada para que funcione como hilo conductor de una aventura mayoritariamente gameplay — perfecta para jugadores de todas las edades.
Rendimiento: remasterización competente, con algunos detalles mejorables (8/10)
Visualmente, el juego luce renacido: entornos coloridos, personajes bien definidos, niveles mejorados y resaltados con mayor nitidez. Aun así, comparado con otras remasterizaciones, los fondos y el nivel de pulido podrían haberse beneficiado de mayor atención — hay momentos donde el lavado de cara se siente algo superficial. El rendimiento es sólido, sin caídas notables de cuadros, pero falta esa sensación técnica de estar aprovechando todo el potencial de la Switch.
Jugabilidad: pura precisión 2D con desafíos clásicos (9/10)
La experiencia de plataformeo clásico se mantiene intacta: saltos calculados, balanceos, rampas, trepadas, barriles explosivos y más, con controles precisos que aseguran que cada fallo sea tu propio error, nunca culpa de la jugabilidad. Además, el juego ofrece secretos y coleccionables bien escondidos: letras “K-O-N-G”, piezas de rompecabezas, zonas secretas que desbloquean niveles especiales. El equipo incluso añadió un modo “moderno” con más facilidades (vidas extra, objetos en tienda, acceso a la “Superguía”), ideal para jugadores menos experimentados
Conclusión
Donkey Kong Country Returns HD es una remasterización que cumple con creces su propósito: traer de vuelta un clásico bien diseñado a consolas modernas con una capa visual mejorada y accesibilidad adicional. No reinventa nada, pero tampoco traiciona la experiencia original. Perfecto para quienes buscan una aventura plataformera exigente, fiel y visualmente renovada, aunque quienes ya lo jugaron en Wii o 3DS podrían encontrar pocas novedades profundas. Una joya para fans, una carta de entrada ideal para nuevos jugadores, y un gran homenaje a la sólida fórmula clásica de la franquicia.